La Historia de Pummarola es una conmovedora historia de la pasión culinaria de Rosa Donna Rummo que adornó las calles de Nápoles con aromas irresistibles. Sus fiestas dominicales eran legendarias y atraían a amigos y vecinos a su casa con paneles de roble. El Fiat 500 carmesí, comparado con una 'pummarola', la inspiró a abrir Pummarola en 1968, convirtiéndose en una joya local. Incluso después del fallecimiento de Rosa, su legado siguió vivo, con pinturas de autos y pizzas adornando sus paredes.
Cuatro décadas después, los nietos de Rosa revivieron Pummarola en todo el mundo, honrando el espíritu de su Nonna. El Fiat 500 de Rosa sigue siendo un emblema en cada restaurante, junto a sus preciados utensilios de cocina. Como solía decir Nonna, '¡Qui si mangia bene!': aquí se come bien, un testimonio de la perdurable herencia culinaria.
La Historia de Pummarola es una conmovedora historia de la pasión culinaria de Rosa Donna Rummo que adornó las calles de Nápoles con aromas irresistibles. Sus fiestas dominicales eran legendarias y atraían a amigos y vecinos a su casa con paneles de roble. El Fiat 500 carmesí, comparado con una 'pummarola', la inspiró a abrir Pummarola en 1968, convirtiéndose en una joya local. Incluso después del fallecimiento de Rosa, su legado siguió vivo, con pinturas de autos y pizzas adornando sus paredes.
Cuatro décadas después, los nietos de Rosa revivieron Pummarola en todo el mundo, honrando el espíritu de su Nonna. El Fiat 500 de Rosa sigue siendo un emblema en cada restaurante, junto a sus preciados utensilios de cocina. Como solía decir Nonna, '¡Qui si mangia bene!': aquí se come bien, un testimonio de la perdurable herencia culinaria.