Durante décadas, el primer (y único) lugar donde muchos hombres podían conocer a otras personas homosexuales era un bar, casi siempre en las sombras: un bar clandestino. Desde el principio, el bar clandestino era relativamente pequeño, con poco o ningún entretenimiento. Aún así, a través de un crecimiento gradual, se popularizó y expandió a muchas áreas diferentes con nuevas incorporaciones de entretenimiento y, finalmente, convirtió el bar clandestino en uno de los negocios más importantes durante la Prohibición. Johnsons, en un lugar apartado de la popular Wilton Drive, recrea la era de los bares clandestinos. Los hombres pueden disfrutar de una conversación en el bar y optar por caminar entre las cortinas de terciopelo y disfrutar del entretenimiento nocturno.

Nuestro gerente general, Matt Colunga, está listo para subir la temperatura en Johnsons Fort Lauderdale aportando años de experiencia. Prometemos una experiencia de club nocturno exclusiva y de última generación con el mejor entretenimiento de todo el mundo, y nuestros bartenders preparan algunos de los cócteles más fuertes de la ciudad.