Nadar 13 kilómetros hasta el Faro Alligator es todo un reto. No es para cardíacos. Es natación tropical en aguas abiertas en su forma más pura. Año tras año, la gente regresa para vivir la aventura épica y el profundo sentido de comunidad que ha convertido la conquista del Faro Alligator en un hito en este deporte.